Corrida toros vista alegre bilbao




















Oreja tras aviso y saludos. Oreja y oreja. El valenciano supo encauzar las embestidas con temple y ritmo aunque sin apretar por abajo al toro. No pudo redondear con el quinto, un toro desclasado con que estuvo solvente el jerezano. Se celebraba el medio siglo de vida de Vista Alegre. Los toros de Garcigrande ayudaron a los espadas; no fueron oponentes sino meros colaboradores de una terna que tuvo que aliviar siempre el moribundo estado en que llegaron a la muleta. En el sexto, un toro con mucha clase y escasa fuerza, no tuvo dudas.

Por Patricia Navarro. Grande Ponce; enorme Talavante. Y de Ponce, claro. Y de Talavante. Era el comienzo. Oreja de peso tras estocada fulminante. Y debieron ser dos. Hizo el toreo explosivo desde la paz absoluta. Hasta envidia daba. Ganado estaba en la arena. Por Vicente Zabala de la Serna. Enrique Ponce, a hombros. Desmayado en redondo y al natural de uno en uno.

Gran tarde de Enrique Ponce en Bilbao. Y ellos se lo han perdido, especialmente en esta segunda tarde en la que Enrique Ponce y Alejandro Talavante han ofrecido un toreo de alta escuela. Faena redonda rematada de un gran espadazo. Y de Talavante. Era el comienzo. Oreja de peso tras estocada fulminante.

Y debieron ser dos. Hizo el toreo explosivo desde la paz absoluta. Hasta envidia daba. Ganado estaba en la arena. Por Vicente Zabala de la Serna. Enrique Ponce, a hombros. Desmayado en redondo y al natural de uno en uno. Gran tarde de Enrique Ponce en Bilbao.

Y ellos se lo han perdido, especialmente en esta segunda tarde en la que Enrique Ponce y Alejandro Talavante han ofrecido un toreo de alta escuela. Faena redonda rematada de un gran espadazo. Padilla tiene un Bilbao unnorme cartel y la gente le apoya sin reservas. Por eso le pidieron la oreja del segundo toro que el torero estuvo medido, sin alardes, con la gente volcada con su figura.

Por Alfredo Casas. Para todos, menos para el presidente. Por Barquerito. Gran faena de Talavante en Bilbao. Y la listeza para medir lo que se llaman los tiempos del toro -las pausas, muy justas- y sus fuerzas. Fue toro de ritmo regular, constante. Un pinchazo hondo, seis descabellos, un aviso. Dejaba estar, pero le costaba emplearse.



0コメント

  • 1000 / 1000